
Por un lado, los flujos comerciales entre República Dominicana y Reino Unido son relativamente bajos; y por otro lado, todos los acuerdos comerciales mantienen su vigencia hasta que los mismos sean renegociados en el proceso transición previsto en alrededor de dos años.
De ahí que, más bien, el Brexit podría representar una oportunidad para que el país amplíe sus relaciones comerciales y nichos de mercado, tanto con la Unión Europea como con el Reino Unido.
El pasado 23 de junio los ciudadanos del Reino Unido decidieron mediante referéndum, con el 52 % de los votos a favor, que su país saliera de la Unión Europea (UE).
Si bien este resultado ha causado volatilidades en los mercados internacionales, éste no tiene efectividad inmediata, ya que Reino Unido seguirá siendo miembro de la Unión Europea, hasta que se acuerde y formalice con las instancias correspondientes un tratado de salida, a partir del cual es que sería factible prever la ejecución de dicha decisión.
El procedimiento a seguir ahora es que el Primer Ministro del Reino Unido, invocando el artículo 50 del Tratado de Lisboa -según el cual "todo Estado miembro podrá decidir, de conformidad con sus normas constitucionales, retirarse de la Unión"-, proceda a informar al Consejo Europeo, la intención del Reino Unido retirarse de la UE.
Una vez agotada esta fase, los dos bloques negociarían un acuerdo sobre cómo se llevaría a cabo dicha salida, que deberá ser aprobado tanto por el Consejo como por el Parlamento Europeo, de forma que el Reino Unido seguiría siendo miembro hasta que entre en vigor el acuerdo de retirada, cuyo plazo podría extenderse hasta dos años.
Por esto, una gran parte de los intercambios comerciales del Reino Unido con la UE y el resto del mundo, tendrán que ser necesariamente renegociados, de conformidad con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), de la cual la República Dominicana es signataria desde su fundación.
Ante esta decisión del Brexit, el Banco de Inglaterra anunció que cuenta con un plan de contingencia orientado a mitigar cualquier efecto adverso, disponiendo de más de 250,000 millones de libras esterlinas (aproximadamente 335,000 millones de dólares) para proveer liquidez a sus mercados, si fuese necesario.