
Desde hace meses, los medios de comunicación han especulado con la idea de que miles de estadounidenses emigrarán a Canadá en caso de una victoria del candidato republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Y más de uno podría haber confundido la “invasión” de bañistas estadounidenses que sufrió el domingo la localidad canadiense de Sarnia (a unos 300 kilómetros al oeste de Toronto) con la primera oleada de estos “refugiados políticos” estadounidenses.
En realidad, los cerca de 1.500 estadounidenses que acabaron en Canadá el domingo eran bañistas que participaban en un festival anual que se celebra cada año en Port Huron (EE.UU.), en el que miles de personas flotan en colchonetas inflables y cámaras de aire en el río St. Clair, que separa Estados Unidos y Canadá.
Pero vientos de hasta 50 kilómetros por hora empujaron a muchos de esos bañistas hacia la costa canadiense, lo que obligó al Servicio de Guardacostas de Canadá a rescatar a unas 1.500 personas.